Esta agradable población situada junto al mar, en la comarca del Alt Empordà, es el lugar por excelencia de la anchoa y de la sal en la Costa Brava.
La Escala tiene raíces mediterráneas muy lejanas. Frente a ella se encuentra el yacimiento arqueológico d'Empúries, que fue la puerta de entrada de griegos y romanos a la Península ibérica.
El pueblo ha sabido convivir con los tiempos modernos sin perder su esencia de pueblo pescador. Por ello es un buen lugar para apreciar el valor humano de los hombres y mujeres que aman el mar. Testimonio de sus tradiciones es el museo de la anchoa y de la sal.
Un curioso y acogedor cementerio marinero acoge los restos de varias personalidades catalanas.
