Este pequeño y encantador pueblo de tradición marinera en la Costa Brava está rodeado de un paisaje excepcional. Su belleza singular y su carácter bohemio han sido fuente de inspiración de numerosos artistas, entre los cuales sobresale Salvador Dalí.
Pasear por las callejuelas empinadas de casitas blancas y contemplar el retablo barroco de la Iglesia de Santa María es un deleite. A nivel gastronómico también es una placer: una gran variedad de restaurantes ofrecen buen pescado fresco además de excelentes arroces.
El exquisito dulce llamado “Taps” de Cadaqués, se considera un imprescindible de su gastronomía.